Trabajan duro, rápido y con fiabilidad, y se desplazan por producción y fabricación casi como por arte de magia. Estos sistemas de transporte sin conductor no solo son objeto de comentario y admiración por parte de todos aquellos que los conocen, sino que se están convirtiendo en soluciones habituales en las plantas de producción más importantes de todo el mundo. La tecnología se ha convertido en algo mucho más fácil de usar, hasta el punto que el usuario puede ahora programar un robot de servicio de manera sencilla.
Esto, y la necesidad de automatización en general, es lo que hace que los sistemas de transporte sin conductor sean cada día más populares. Los actuadores lineales eléctricos de LINAK® se utilizan para una amplia variedad de funcionalidades en los robots móviles, especialmente las relacionadas con la elevación y bajada de cargas. Gracias a los robots de transporte proANT, la compañía de Berlín InSystems Automation GmbH ofrece toda una plataforma que es totalmente personalizable en función de los requisitos exactos del cliente. Los sistemas de transporte proANT están diseñados para cargas de entre 30 y 1200 kg.
Kristof Parz, jefe de diseño de InSystems, se enfrenta constantemente al reto de tener que desarrollar vehículos personalizados que sean capaces de satisfacer las necesidades de los clientes. El nuevo proANT 654, construido para transportar carritos de ruedas para contenedores, necesitaba un diseño con regulación de altura. El robot cuenta con un brazo de horquilla que se sitúa debajo del carrito de ruedas y que lo levanta hasta que las ruedas dejan de estar en contacto con el suelo.
"Hemos utilizado un actuador LINAK para el mecanismo de elevación," explica Parz, que en ningún momento consideró la posibilidad de usar una solución hidráulica ya que, en los vehículos de este tamaño, es extremadamente difícil alojar una bomba hidráulica y el resto de piezas necesarias para un sistema de dicha naturaleza. Incluso un sistema compacto ofrece ventajas limitadas en comparación con una solución eléctrica. De hecho, el control, el posicionamiento y el equilibrio medioambiental hacen que la balanza se decante en favor de un sistema eléctrico. Tanto la fuerza de elevación necesaria de 3000 N como el rango máximo de elevación de 65 mm están dentro de los límites de rendimiento de los actuadores eléctricos modernos.
La seguridad es de especial importancia
La seguridad puede convertirse en una cuestión complicada de implementar. Los sistemas de transporte sin conductor funcionan en los mismos entornos que las personas y, por lo tanto, siempre deben seguirse las normativas específicas aplicables. La limitación de elevación, por ejemplo, es especialmente relevante en este contexto. Si el proceso de elevación sube a demasiada altura, entonces existe el riesgo de que se produzcan daños en el sistema y que las personas que trabajan en ese entorno puedan sufrir lesiones.
LINAK ofrece varias señales de posición con sus actuadores. En el caso del LA33, que se emplea en el proANT 654, las señales de posición análogas y digitales permiten un posicionamiento de precisión. La posición final interna se utiliza a modo de punto de referencia inferior. Una vez que el actuador alcanza ese punto, emite una señal de fin de carrera. Por lo que respecta a la posición de fin de carrera superior, inSystems utiliza un sensor externo:
"Por razones de seguridad, la posición de fin de carrera superior está monitorizada por un sensor adicional instalado en el exterior del actuador. Nuestros sistemas de transporte operan en espacios en los que también trabajan personas. Esta es la razón por la cual necesitamos dos sistemas de seguridad redundantes e independientes" afirma Kristof Parz.
En otro proyecto, el joven diseñador tuvo que usar dos actuadores eléctricos funcionando en paralelo para poder elevar una cinta transportadora de rodillos. Es aquí donde las variaciones de controlador integrado (IC) de LINAK demostraron su utilidad. Los sistemas electrónicos de control para esta función en paralelo ya estaban integrados en los actuadores, además de también contar con una tarjeta impresa (PCB) compacta para montaje en riel que organizaba la comunicación entre los dos actuadores.
Además de la seguridad, la fiabilidad también juega un papel fundamental. Para aprovechar al máximo las ventajas económicas que le ofrece la automatización de los flujos de trabajo, la tecnología necesita fluir sin fisuras en una perspectiva a largo plazo.
"En su uso diario, nuestro sistema de transporte cruza todo tipo de baches y, por lo tanto, está constantemente expuesto a impactos y vibraciones. Esto significa que los componentes integrados tienen que ser de buena calidad. Todos los componentes que utilizamos en nuestros sistemas, los actuadores eléctricos incluidos, son de la más alta calidad," dice Kristof Parz.
