Cómo funcionan las persianas
Todas las persianas se pueden controlar tanto de forma manual como automática. Como explica Tiedemann:
"Cada sala tiene un interruptor junto a la ventana con el que se controlan todas las persianas de esa sala, subiéndolas o bajándolas. Si es necesario, las persianas también se pueden controlar mediante un interruptor central. Por ejemplo, hemos configurado secuencias de cierre automático para las noches".
Según Tiedemann, la seguridad también es una parte clave de la solución:
"La monitorización del viento, y de las condiciones meteorológicas en general, garantiza que las persianas se cierren automáticamente cuando hace demasiado viento. Y la solución también incluye una batería de reserva en ventanas que están designadas como vías de evacuación. Las baterías garantizan que las persianas se abran en situaciones tales como interrupciones en el suministro eléctrico", afirma.

Aunque la solución se diseñó hace más de 20 años, sigue funcionando eficazmente hoy en día, aunque con algunos ajustes que se han ido realizando con el paso del tiempo. Un ejemplo de estos ajustes es que los husillos no estaban protegidos y, por lo tanto, tenían tendencia a romperse. En este caso, se desarrolló una solución a modo de dispositivo de protección inteligente que se sustituye cuando es necesario.
Todas las persianas, bisagras y actuadores se comprueban una vez al año para garantizar que no haya riesgo de aplastamiento. En este caso, algunos de los actuadores más antiguos se sustituyen por otros nuevos si ya no funcionan. Como dice Tiedemann:
"Intentamos mantenernos al día. Siempre hay un coste inevitable: las cosas son como son. Pero estamos encantados con la solución y no tenemos planes de sustituirla ni cambiarla".